domingo, 4 de mayo de 2008

Arrasate y la "democracia" española

Arrasate [Mondragón] es una ciudad mediana del País Vasco, cercana a Donosti [San Sebastián]. Desde la recuperación de una cierta democrácia después de la larga noche de la dictadura, esta ciudad ha sido claramente mayoritariamente independentista. En realidad la amplia mayoría de la población vasca lo es (desde las primeras elecciones en 1980, ha presidido el gobierno vasco el Partido Nacionalista Vasco, populista de centro-derecha). La alcaldía (intendencia) de Arrasate después de la dictadura pasaría a lo largo de estos casi treinta años de manos de los independentistas de una u otra ideología.
Por un lado está el PNV, independentista moderado, populista de centro-derecha; por otro, la izquierda independentista. Desde 1979 el PNV se hace con la alcaldía, hasta el 1987, cuando pasa a manos de Herri Batasuna [Unidad Popular]. Por aquellos años, HB tenía una presencia importante, incluso con escaños (que dejaron vacíos) en el Gobierno español. La respuesta fué el terrorismo de Estado, que junto a los innombrables casos de corrupción acabó con el gobierno socialista español (1996). En 1997 el PNV recupera por dos años la alcaldía de Arrasate, que vuelve en 1999 a manos de la izquierda independista, esta vez bajo las siglas de Euskal Herriarrok, pues no estaba claro que pudiera presentarse candidatura por HB, que estaba al borde de la ilegalización. EH gobernó sus cuatro años (1999-2003), tiempos de persecución política e ilegalizaciones, con formaciones que coincidían en su ideología y por eso eran ilegalizadas. Se ilegalizarían HB, EH, Batasuna (refundación de HB), Sozialista Abertzaleak (SA), Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB), Herritarren Zerrenda (HZ), Aukera Guztiak (AG), e incluso encontramos casos como el de EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas), que pudo presentarse en el gobierno vasco pero no en otras elecciones.

En este caos represivo, el PNV recuperó la alcaldía de Arrasate en 2003, y en 2007 de nuevo pasó a la izquierda de Acción Nacionalista Vasca. Hasta esta semana, que una operación político-judicial (a cargo del gobierno socialista español y el juez Baltasar Garzón) ha llevado a prisión la alcaldesa de Arrasate, tras varios intentos fallidos de obligarla políticamente a abandonar la alcaldía.

En fin, así están las cosas en este país... represión a la expresión democrática de una ideología, para así propiciar una mayor actividad armada (ETA), y seguir en esta espiral de violencia e irraciocino que tan cómodo resulta para los gobiernos españoles, sean socialistas o populares.

Las manifestaciones en contra de la detención han sido importantes, sobretodo en Arrasate, y el gobierno vasco (PNV) ha mostrado su indignación por lo que ven como una operación política, detrás de la cual está el partido socialista.

Y, como no, el juez Garzón, que para los latinoamericanos siempre será aquél que hizo un amago de juzgar a Pinochet, presentándose al mundo como el garante de la democracia y la libertad cuando en España todos sabemos que es el abanderado de la represión contra los movimientos sociales y políticos, pisando derechos fundamentales si hace falta. Uno de los personajes más siniestros de este país que sigue con arraigados tics fascistas en sus cúpulas dirigentes. Lo sabemos bien los catalanes, pues su primer gran actuación fué la llamada "Operación Garzón 92" que consistió en una dura represión contra el independentismo catalán justo antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, pues debía evitarse que el evento sirviese para dar visibilidad el independentismo a los ojos del mundo (como ahora está pasando en China con el caso Tibetano). Las torturas, detenciones ilegales y demás excesos de Garzón y compañía fueron llevadas años depués al Comité Europeo de Prevención de la Tortura y al Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos, concluyendo en una condena contra el Estado Español (2004).

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