jueves, 10 de abril de 2008

Oda al conocimiento


Yo vivía en un cuarto pequeño y oscuro. Hasta que un día me dió por ver, y dí con una puerta. Salí a un pasillo, con algunas puertas más. Abrí la más cercana, y daba a una gran habitación. Entré en ella y ahí estuve largo tiempo, hasta que me dió por salir de nuevo al pasillo y abrir otra de las puertas. Había otra habitación, esta con más luz que las anteriores. Luego, abrí otra puerta, y otra, y así entré en todas y cada una de las habitaciones que por allí había. Luego encontré unas escaleras, y otro pasillo y otras puertas y habitaciones, y luego de pasillos y puertas y ventanas, escaleras y habitaciones de todas formas y gustos, encontré la puerta que daba a la calle. Al principio me quedé ahí parado. Tiempo después, me acerqué a la fachada vecina, y con el tiempo llegué a la esquina, y luego ya crucé la calle. Entré en tiendas, bares y locales de todo tipo. Pero con el tiempo la calle me pareció pequeña, así que doblé la esquina y ví nuevas calles, y pasaba el tiempo y cada vez eran más calles y más casas y tiendas y bares y locales. Conocí el barrio entero palmo a palmo, y decidí pues acercarme al barrio vecino. Pasó el tiempo y vinieron más barrios y la ciudad entera, y vinieron luego la colina y el río, y el valle, y fueron luego las colinas y los montes, las cordilleras, los riachuelos y los ríos, los lagos y... siempre había más, y más, y más... siempre hay más... y....

El saber no ocupa lugar.

2 comentarios:

sergicollnin dijo...

que bueno!! es com el mite de la Caverna...

No res dijo...

Platón habla de lo falso (las sombras de la caverna) y lo real (afuera). Aquí más bien quise decir que el conocimiento te puede ensanchar el mundo, la realidad, o los distintos puntos de vista, etc. Además este conocimiento es exponencial, creo. Y la educación nos puede permitir precisamente conocer más y más. El mundo es como un gran puzzle, y se trata de no quedarse con un par de piezas que encajan, sino de seguir buscando y encajando y así hacer el puzzle más grande y ver más en él, aún sabiendo que nunca lo completaremos pues es infinito.